sábado, 11 de agosto de 2012

Meditación y Rejuvenecimiento


http://psicologia.laguia2000.com/wp-content/uploads/2007/07/la-meditacion-zen.jpg

Aunque todos estamos convencidos que envejeceremos alguna vez, las partículas elementales que integran nuestro cuerpo tienen una duración muy superior a la expectativas de vida más optimistas. El ADN es capaz de desafiar al tiempo a pesar de las múltiples agresiones del medio, ya que desde que el hombre existe, no se desgastó en lo más mínimo.
El punto de vista del Ayurveda moderno, se cuestiona el hecho del envejecimiento siendo la información que contiene el ADN tan poderosa, por lo tanto sostienen que ese proceso de deterioro se debe producir por otras causas. Los antiguos sabios consideraban el envejecimiento como pérdida de la inteligencia, porque el ser humano se identifica solamente con el cuerpo físico.
Es necesario corregir ese error intelectual y comenzar a identificarnos con el ser esencial que está dentro de nosotros mismos que es perfecto. Hemos perdido la memoria de la salud perfecta y hay que recuperarla con nuestra atención e intención. Así, el cuerpo envejecerá más lentamente porque es lo que le ordena nuestra mente desde un plano profundo.
Toda célula tiene memoria pero puede perder el recuerdo de la salud perfecta, porque el ADN no tiene limitaciones en su capacidad de mantener una célula sana. El Ayurveda considera a la célula como un paquete de conocimiento dinámico vivo. El error del intelecto se produce cuando la mente olvida su verdadera fuente, la inteligencia única que fluye por todas las células.
La Meditación retarda y hasta revierte el proceso del envejecimiento, según estudios realizados en Estados Unidos en el Departamento de Graduados de Neurociencias de la Universidad Internacional Maharishi.
Como la edad cronológica no es una unidad de medida exacta para realizar el experimento, porque existen diferencias significativas entre un individuo a otro de la misma edad, se utilizaron entonces como indicadores tres medidas que cambian en forma uniforme en general con la edad, la visión a corta distancia, la agudeza del oído y la presión sistólica.
Se descubrió que la meditación tornaba a los sujetos sometidos a prueba, más jóvenes de lo que correspondía a su edad cronológica. Los meditadores de corta práctica registraban medidas de personas cinco años más jóvenes y los de práctica más prolongada medidas equivalentes a personas doce años menores.
En Inglaterra se realizaron estudios de seguimiento que confirmaron esta investigación. De acuerdo a estos estudios, la meditación sería el único método capaz de revertir el proceso de envejecimiento y lo más extraordinario es que está al alcance de todos. Sólo requiere sentarse dos o tres veces por día durante treinta minutos, en un lugar tranquilo, cerrar los ojos y relajarse por completo. Poco a poco nuestra mente acompañará al cuerpo y quedará libre de pensamientos conectada con su ser interior.
Realicemos nuestra propia experiencia, no sólo para corroborar los resultados de esta investigación sino también para disfrutar de unos minutos de calma y tranquilidad, que además de rejuvenecernos, beneficiará todas las funciones de nuestro cuerpo y además nos liberará del stress.
Técnicas de meditación
La meditación es algo difícil de enseñar porque se podría decir que cada persona puede hacerlo a su manera. Puede significar dejar que aparezcan los pensamientos y observarlos, sin intervenir, sin intentar reflexionar sobre ellos, como quien mira a través de la ventanilla de un tren; o puede consistir en rezar o también en dejar fluir la mente tratando de no pensar en nada.
Hay un lugar, entre los pensamientos donde no hay nada. Introducirse en él es el comienzo para encontrarse con uno mismo.
Se recomienda hacer la meditación sentado cómodamente. No es aconsejable la posición acostado porque nos podemos dormir y es importante estar consciente durante el proceso, porque algunas veces podemos recibir mensajes simbólicos que podemos interpretar para nuestro beneficio.
La constancia es indispensable y si hay enfermedad o tristeza, la meditación permite llegar a un punto de estabilidad y paz interior.
Se recomienda meditar todos los días al menos una vez. Es algo agradable y vale la pena hacerlo, es como un baño de oxígeno y de mente positiva.
Si se ha alcanzado el estado de relajación, entrar en el estado de meditación es muy natural. En este estado, el tiempo deja de ser importante, pareciera que dejara de existir o marchara a un ritmo diferente. Los asuntos cotidianos dejan de ser importantes y los problemas también. Se logra un estado de bienestar y se percibe el mundo desde una perspectiva más universal.
Visualice su cuerpo y la forma en que está sentado, preste atención a todos los sonidos cercanos y luego a los lejanos, sea consciente de ese momento prestando atención a su respiración normal.
Normalmente la meditación ayuda a armonizar el cuerpo, dando salud y equilibrio. Son importantes los ejercicios de visualización relacionados con la respiración. Cuando se aspira el aire es conveniente imaginar que entra la pureza hasta el último rincón de nuestras células, y cuando se exhala, se puede visualizar cómo las impurezas abandonan el cuerpo.
La meditación es un excelente mecanismo para elevarse a una dimensión superior independientemente de cualquier religión. El campo espiritual es el que más libertad y paz interior da, porque nos libera del temor a la muerte, no porque se ignore, sino porque se llega a comprenderla y se entiende que no sólo somos materia sino algo más que es eterno fuera del espacio y del tiempo.
Meditando no sólo nos mejoramos a nosotros mismos sino que este bienestar se extenderá a nuestro alrededor produciendo beneficios a los demás. Los problemas no desaparecerán pero nuestra percepción será diferente y más rápidamente aprenderemos de ellos para seguir adelante.
La meditación es una técnica milenaria de origen oriental, aunque en todas las religiones también se practica.
La cultura occidental, competitiva, consumidora, racionalista y materialista, donde casi no queda lugar para el desarrollo espiritual, se siente inclinada a observar estas prácticas en un intento por liberarse de la confusión de la sociedad en que vive.
Todas las religiones tienen muchas cosas en común, sólo que esta cultura está disociada, la religión es una cosa y la vida otra. El hombre está fragmentado, sus pensamientos no coinciden con sus hechos y no concuerdan con lo que dice.
Esta paradoja convierte a la sociedad en un caos donde el individualismo predomina. El mundo sólo puede cambiar cuando cada individuo cambie desde adentro. La verdadera revolución es la interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario